Orígenes humildes
Nací en Belén, Catamarca, en un pueblito con menos de 100 habitantes. Ahí aprendí a mirar con ingenio lo que otros pasaban por alto. Sin recursos, pero con mucha curiosidad.
Nací en un pueblito de Catamarca en medio de las montañas. Entre tierra, viento y sencillez, aprendí que todo se puede entender si uno se lo propone.
Desde chico desarmaba radios y ventiladores para ver cómo funcionaban. Esa curiosidad se volvió mi motor. Estudié Ingeniería Electrónica y me enamoré del mundo de la automatización y el control. Con los años, aprendí que no todo está en los libros: los desafíos reales te enseñan más que cualquier aula.
Hoy ayudo a otros a transformar sus ideas en sistemas que funcionan solos. Con tecnología, pero también con empatía. Porque entiendo lo que cuesta empezar de cero, y por eso, elijo hacerlo simple, directo y funcional.
Mi historia no empieza con una computadora. Empieza con herramientas oxidadas, tierra bajo las uñas y mucha curiosidad. Ese mismo espíritu me acompaña hoy: resolver, aprender y compartir soluciones reales.
Nunca tuve todo servido. Pero siempre encontré la forma.
No hago magia, hago sistemas que realmente te ahorran tiempo.
Si no lo podés entender, no sirve. Mis soluciones son claras y adaptadas a vos.
Cada paso me enseñó algo. Esto es lo que llevo conmigo.
Transformar ideas simples en sistemas que funcionen solos. Mi misión es ayudar a negocios digitales a escalar sin complicarse, usando herramientas modernas, automatización y una estrategia pensada desde lo humano.
Crear un ecosistema donde la tecnología trabaje para las personas. Sueño con un futuro donde los negocios sean eficientes, accesibles y más humanos, gracias a sistemas digitales que acompañen sin reemplazar.